23 Sep EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO… ÉSTA ES LA VERDADERA CLAVE PARA QUE TU ENTRENAMIENTO TE LLEVE A TU OBJETIVO
De todos los principios del entrenamiento, independientemente del objetivo que tengamos, es de especial interés el de LA VARIEDAD.
Si queremos progresar, de manera continua debemos dar variedad a nuestro entrenamiento y cambiar periódicamente nuestro entrenamiento y no realizar siempre los mismos ejercicios ni la misma estructura de entrenamiento.
Una de las mayores verdades en el mundo del entrenamiento, y que tome como mía tras escucharla a un gran profesor: “Si siempre haces lo mismo… ¿Por qué esperas un resultado diferente al que tienes?”
A parte de esto, un entrenamiento variado tiene numerosos beneficios frente a otro que no varíe. Las más importantes se resumen en:
– Cuando sometemos a nuestro organismo a un entrenamiento, a un estímulo, nuestro organismo se adapta y cambia lo necesario para “anteponerse” a ese estímulo, se adapta a nivel orgánico y estructural. Pero, si el estímulo es el mismo de manera continua, una vez este se ha adaptado a él, el organismo deja de adaptarse. Debemos variarle si queremos seguir produciendo adaptaciones.
Una de las formas de seguir produciendo adaptaciones es que el entrenamiento varíe en volumen y/o intensidad. Es decir, variar en cantidad y dificultad en los entrenamientos. Además, es recomendable variar los ejercicios para que el estímulo sea lo más completo posible.
– Otro de los beneficios de variar el entrenamiento es que un entrenamiento cambiante previene lesiones frente a otro repetitivo. La mayoría de lesiones, aunque no todas, vienen de gestos repetidos en el tiempo una y otra y otra vez.
– Aunque siempre que se cambia el entrenamiento hay un proceso que nos puede costar un poco, los cambios nos harán que, a largo plazo, disfrutemos más con el entrenamiento. ¿Qué es más divertido? ¿Una actividad que es siempre igual o una actividad que va cambiando con el tiempo?
Pero, ¿cómo puedo variar mis entrenamientos sin alejarme de mi objetivo y de una manera segura?
Bueno, aquí asumo el riesgo de ser pesado, y recomiendo que nuestro entrenamiento lo gestione un profesional del entrenamiento. Nuestro coche si tiene un problema serio siempre se lo llevamos a su respectivo profesional, un mecánico. Si tenemos un dolor o hay algún problema de salud, solemos acudir al especialista, al médico de cabecera cuanto menos, ¿Por qué no hacerlo cuando entrenamos? En la mayoría de los casos el entrenamiento es el mejor modo de prevenir problemas de salud…
Como dije anteriormente, de todos los principios del entrenamiento, independientemente del objetivo que tengamos, es de especial interés el de LA VARIEDAD. Y tras la antrior chapa, comentaré brevemente algunas de las formas para variar un entrenamiento:
– Como mencione anteriormente, una de las formas de seguir produciendo adaptaciones es que el entrenamiento varíe en volumen y/o intensidad.
– Variar la forma de entrenar. Si nuestra sesión de entrenamiento dura 1 hora, podemos dividirla en dos sesiones de media hora. ¿Os parece poco cambio? Esto nos hará rendir más en cada una ya que la duración será menor (más peso, más intensidad, más velocidad…)
– Incluir, si no lo has hecho ya, un trabajo de fuerza en tu rutina de entrenamiento en el caso de que practiques un deporte como el running, por ejemplo. Y al contrario, si en tu entrenamiento predomina el trabajo de fuerza (trabajo de hipertrofia, quieres ganar volumen y definir, ganar fuerza y resistencia), también te convendrá añadir alguna sesión de cardio.
Si ya tienes un trabajo de este tipo, recuerda que debes variar los ejercicios, no te limites a hacer los que te gustan o siempre los mismos.
– Varía el descanso. Una de las cosas más importantes en una programación es programar y regular el descanso. Pero esto se puede hacer de infinidad de formas. Cámbialas y combínalas. De esta manera, encontrarás la mejor para ti, con la que te encuentres más a gusto.
– Varía la frecuencia. Si tu trabajo es de fuerza, no te límites a las típicas rutinas divididas. Hay mil formas de entrenar: fullbody, torso-pierna, empuje-tirón e incluso combinaciones de ambas. Así variamos la frecuencia del estímulo que le das semanalmente a cada músculo.
En resumen, ¿quieres conseguir un cambio? ¡Pues deja de hacer lo mismo de siempre! y… ¿quieres mantener ese cambio y seguir progresando? ¡Pues varia y varia y vuelve a variar tu entrenamiento!
Como siempre, os invito a dejar vuestras opiniones y sugerencias en el post de abajo. Comentad si os ha gustado y seguiremos ayudándoos en vuestro entrenamiento y salud con artículos de fitness. ¡Un abrazo y a darle caña equipo!
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