¿ESTAMOS PREPARADOS PARA ESTAR GORDOS?

¿ESTAMOS PREPARADOS PARA ESTAR GORDOS?

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El actual estilo de vida está en el origen de muchas de las enfermedades habituales. ¿Está nuestro cuerpo diseñado para este estilo de vida?

Estrés, diabetes, obesidad, hipertensión…

Todos hemos podido ver alguna vez documentales sobre el hombre de las cavernas y su estilo de vida. Nos guste o no, todas las funciones biológicas de nuestro organismo tienen su explicación en nuestros antepasados.

Hemos evolucionado, pero no tanto como para obviarlo.

Como digo, nuestra evolución ha sido espectacular, pero no todo ha sido para bien. Nos caracterizamos por un estilo de vida sedentario. Antes, sin movimiento no había comida. Debíamos cazar o recolectar nuestros alimentos cada día. Ahora basta con abrir la nevera, bajar al súper o coger el teléfono  para encontrar lo que nos apetezca a cada momento. Y, con esto, se acabó lo de desplazarse a pie, cargando armas y herramientas, para sobrevivir, cargando la pieza cazada o insistiendo durante días si no había suerte para volver con comida. 

Ahora podemos hacer grandes distancias en poco tiempo y pasar muchas horas sentados. Con lo cual hemos ido abandonando unos hábitos saludables hacia unos hábitos sedentarios.

¿Está nuestro cuerpo diseñado para este estilo de vida?

El ser humano no fue diseñado para ser obeso. Como la mayoría de los mamíferos, somos animales activos, diseñados para caminar, correr, trepar, cargar pesos, etc… Sin movimiento, no había alimentos y por lo tanto no había opción de sobrevivir.

Con la aparición de la agricultura esto fue cambiando poco a poco. Empezamos a hacernos sedentarios progresivamente. Pero, sobre todo, el cambio vino con el desarrollo industrial y tecnológico. Llegaron dos grandes lastres para nuestra especie: el estrés y el sedentarismo. Y con esto, la enfermedad vascular, la enfermedad respiratoria y las enfermedades metabólicas, entre otras…

Hace unos años, la revista científica The Lancet en colaboración con la OMS (organización mundial de la salud) publicaron un estudio donde recogían que actualmente hay unos 640 millones de personas obesas en el mundo.

Aquí os dejo un enlace de la organización mundial de la salud (OMS) donde explica el crecimiento de la obesidad y sobrepeso en el mundo, así como las consecuencias y enfermedades asociadas a esta verdadera pandemia. 

¿Por qué no estamos preparados para la obesidad? Numerosos estudios científicos lo certifican: el cuerpo humano está preparado para ser funcional, ágil, flexible y capaz de hacer las actividades que realizaban nuestros ancestros. Si sufres sobrepeso u obesidad, tienes más posibilidades de sufrir diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, problemas óseos (osteoporosis), problemas en las articulaciones (artritis y artrosis) y un largo etcétera…

Pero… ¿Cómo podemos vivir como nuestros antepasados en pleno siglo XXI? Tampoco pretendemos eso. Está claro que vivir como nuestros antepasados de la caverna hoy en día es imposible. Pero si podemos hacer ciertas cosas que contrarresten lo negativo de no vivir así.

Prueba a incorporar en tu día a día estos tips:

– REDUCE EN LA MEDIDA QUE PUEDAS LAS HORAS QUE PASAS FRENTE AL TELEVISOR, TUMBADO O SENTADO.

– OLVÍDATE DEL ASCENSOR Y LAS ESCALERAS MECÁNICAS. Subiendo escaleras te resultará más fácil bajar de peso de forma saludable.

– CUALQUIER TIEMPO PARA EL EJERCICIO ES POSITIVO. No hace falta hacer dos horas de ejercicio diario. 10 minutos andando, siempre serán mejor que nada. Poco a poco puedes ir aumentándolo.

– SI TIENES SOBREPESO U OBESIDAD NO TE LIMITES POR MIEDO AL DAÑO ARTICULAR QUE PUEDEN PRODUCIR LOS EJERCICIOS DE IMPACTO. Puedes escoger otro tipo de actividades cardiovasculares como natación, bicicleta o, mejor… ¡Entrenamiento de fuerza!

– REDUCE TU INGESTA CALÓRICA Y ADAPTALA A TU NIVEL DE ACTIVIDAD. Si quieres bajar de peso o, mejor dicho, bajar tu % de grasa, el balance calórico debe ser negativo. Es decir, debemos gastar más de lo que consumimos con la dieta. Recuerda, nosotros te podemos ayudar con esto. ¡Consúltanos!

– COME VARIADO Y ADECUA TU ALIMENTACIÓN Y MACROS A TU ACTIVIDAD. Verduras, pescado, carne, frutas, frutos secos, legumbres, cereales… Evidentemente, trata de pasar de comidas precocinadas, comida rápida, ultra procesada, bollería industrial y alcohol.

Recuerda lo importante de mantener unos hábitos saludables de alimentación (no pasarte de las calorías diarias recomendadas para tu actividad, llegar a tus requerimientos de proteína) y una vida activa, ya sea en tu día a día como en cuanto al entrenamiento se refiere. Un abrazo y… ¡A darle caña equipo!

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