Hoy quiero hablar de los 5 falsos mitos más importantes a la hora tener una dieta saludable. Estos son los más importantes.
Seguro que todos habéis creído en alguno de estos falsos mitos.
Existen muchos más de 5 falsos mitos pero, desde mi experiencia como entrenador, estos son los que más se repiten cuando me enfrento al reto de ayudar a una persona a bajar de peso de forma saludable. En otros artículos podemos tratar alguno más, por lo que os invito a dejar en los comentarios los que queráis que tratemos a fondo.
No obstante, que tenga múltiples beneficios, no significa que “no engorde”. Aunque nuestra alimentación fuese a base de productos integrales, seguiremos dependiendo de un balance calórico negativo para perder peso o de un balance positivo para ganarlo. Aunque ya lo he tratado en varias ocasiones, en este enlace, puedes ampliar tus conocimientos sobre qué es el balance calórico.
Al igual que en el punto anterior, dependemos del número total de calorías. Un queso curado, es un alimento muy sano y apto para vegetarianos pero también suele ser un producto con muchas calorías, por lo que debes controlar la cantidad que ingieres.
Si es verdad que, basando nuestra alimentación en frutas y verduras como haría una persona vegetariana, es difícil pasarse de calorías ya que te sacias antes por la cantidad de frutas y verduras que puedes comer. Pero, como ya he dicho anteriormente, dependeremos del total de calorías ingeridas y del balance calórico de cada persona.
Se trata de una moda poco saludable. Por un lado, se realiza una dieta desequilibrada (muy baja en grasas, proteínas y otros nutrientes). Por otro, es posible que pierdas peso a corto plazo por su efecto diurético, pero seguramente lo recuperes pronto.
Y otra cosa que también me ha aparecido en mi experiencia de entrenador, ¡No hace falta un tiempo de “détox” previo a hacer dieta y adquirir unos buenos hábitos nutricionales! ¡Mejor empieza directamente a adquirirlos y cuidarte de manera saludable!
En primer lugar, basta con una pequeña reducción de calorías para etiquetar a un producto como “ligth”.
Además, en los casos en los que el recorte de calorías es más grande, este suele hacerse a base de sustituir las grasas presentes de manera natural en el producto por grasas poco saludables y/o los azúcares naturales en el producto por edulcorantes de poca calidad.
Mi consejo es que, antes de tomar un producto etiquetado como “light” miremos los ingredientes que este posee. Después los comparemos con el producto origen, es decir el no “light”. Una vez que hayamos hecho esto, debemos decidir y decantarnos por uno u otro. Si elegimos el “light” será porque esté exento de cosas raras y si estas existen debemos decantarnos por el alimento origen y, en todo caso, limitar la cantidad que consumiremos.
Sin más que añadir por el momento, espero haber puesto un poco de cordura en esto de “hacer dieta”, ya que en realidad tener una alimentación saludable es mucho más sencillo que todos estos falsos mitos. Un abrazo y… ¡A darle caña, equipo!
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