18 Nov BENEFICIOS DEL DEPORTE EN TU ESTADO DE ANIMO Y EN LA DEPRESIÓN
¿Quién no siente algún “bajón” de ánimo de vez en cuando? El deporte está lleno de beneficios para mejorar ánimo el incluso la depresión.
Lo primero es dejar claro que practicar deporte no es la solución de ninguna enfermedad mental como la depresión. Si padeces una enfermedad así lo primero que debes hacer es ponerte en manos de un especialista en la materia. No obstante, siempre bajo su consentimiento, el ejercicio te va a otorgar numerosos beneficios en tu estado de ánimo. Salud y ejercicio están muy ligados y son objeto de muchos estudios científicos y socioculturales. Quiero repasar los beneficios más comunes que demuestran este tipo de estudios.
Pero antes, como vamos hablar de ambas cosas, lo primero de todo es aclarar que llamamos “estar triste” y que es la depresión. Porque, aunque a veces digamos “estoy depre”, estar triste y tener depresión son dos cosas muy distintas.
Una enfermedad como la depresión te limita en tu día a día. Una depresión puede perjudicarte y apartarte del trabajo, de la relación con tu pareja y amigos e incluso de ti mismo y tus aficiones. Esta sensación de depresión no va y viene, sino que es algo prolongado en el tiempo. Además, como decimos se necesita la ayuda de un especialista para superarla.
Sin embargo, “estar triste” suele ser algo puntual. No tiene por qué limitar en tu vida cotidiana o al menos, de una manera prolongada en el tiempo. De hecho, con actividades de ocio suele desaparecer, mientras que en la depresión sólo aliviar los síntomas.
Existen muchísimas investigaciones en la que se relacionan los beneficios del deporte con la salud mental, tanto mejorando las funciones cognitivas como mejorando el estado de ánimo. Y es que está demostrado que la práctica regular de ejercicio disminuye los síntomas que hacen que puedas hacer en una depresión.
Mientras realizamos ejercicio físico nuestros músculos liberan a la sangre multitud de sustancias químicas que afectan a nuestras neuronas. Esto hace que éstas puedan repararse, proliferar, mejorar su funcionalidad e incrementar sus conexiones. De hecho, algunos fármacos antidepresivos median su acción incrementando los niveles cerebrales de estos factores, efecto producido de forma natural al hacer ejercicio físico.
Hoy en día sabemos que a mayor ejercicio, menor degradación neuronal. Es decir, el ejercicio físico ralentiza el envejecimiento de nuestro cerebro. Nos referimos al ejercicio en todas sus expresiones: tanto en lo que a ejercicio de fuerza como de cardio se refiere. De hecho, está demostrado que el ejercicio de fuerza mejora las funciones cognitivas incluso en pacientes con deterioro cognitivo (este deterioro puede conllevar sufrir enfermedades como Alzheimer). El trabajo de fuerza, además de mejorar la memoria y prevenir la demencia, facilita la creación de nuevas neuronas. Este proceso se denomina neurogénesis. El ejercicio mejora el flujo sanguíneo en el cerebro favoreciendo este proceso.
Es conveniente dejar claro que estos beneficios no se obtienen por la práctica esporádica de actividades deportivas sino que es necesaria una frecuencia mínima y una rutina de hábitos saludables deportivos. Según estudios esta frecuencia rondaría los 2 días como mínimo a la semana, aunque a raíz de estos mismos estudios se sabe que cuanto más se entrena la fuerza, desde un control y una correcta programación, mayor es el beneficio cognitivo.
Aquí, suele aparecer típica la respuesta de algunas personas de: “yo no tengo tiempo para entrenar tantos días”. Pues bien, otra de las cosas que está bien demostrada es que los programas de entrenamiento tipo HIIT y TABATA tienen los mismos beneficios que estamos comentando, ocupando una menor parte de nuestro tiempo. Os dejo el enlace de uno de los artículos donde comentamos estos tipos de entrenamiento.
También existe una relación directa entre el ejercicio y el estrés. Cada vez más, en nuestro día a día, está más presente este estrés. Por los trabajos, por nuestras aspiraciones, por querer dar lo mejor de nosotros mismo…. Las causas son muy numerosas.
El ejercicio físico mejora nuestro sistema nervioso, dejando de estar tenso todo el día debido al estrés. Este estrés también hace que disminuyan nuestras capacidades cognitivas.
En definitiva, la práctica regular de ejercicio físico va a hacer que controlemos mejor nuestra vida, ya que aumentará nuestra capacidad de autocontrol y seguridad en nosotros mismos, mejorará la percepción que tenemos de nosotros mismos, mejorará nuestra autoestima, nos dará mayor seguridad…
La autoestima no solo mejora porque nos veamos mejor en el espejo. Después de un tiempo entrenando nos vemos como alguien disciplinado, ordenado, con fuerza de voluntad… Eso nos hace sentir mucho mejor con nosotros mismos.
El ejercicio mejora nuestro sistema cardiovascular, reduce el colesterol, ayuda a equilibrar la tensión arterial, ayuda a regular la composición y peso corporal y mejora el sueño. Todo esto se resume en estar más sanos y las personas que están más sanas suelen estar más felices. Un bajo estado de ánimo es multicausal pero está claro que si mejoramos todas estas cosas, por ejemplo dormir mejor, el estado de ánimo también mejorará.
En cuanto a la mejora directa de nuestro estado de ánimo, está demostrado que la práctica de ejercicio modifica nuestros neurotransmisores. Hay muchas causas por las cuales puedes caer en una depresión pero una de ellas es la disminución de nuestros neurotransmisores. Asique parece interesante, que uno de los tratamientos contra la depresión, siempre bajo la aprobación de un especialista, sea reequilibrar esos neurotransmisores con la práctica regular de ejercicio.
Para ir cerrando el artículo, me gustaría dejar claro una vez más que ante la duda de cualquier enfermedad o trastorno mental, ya sea pasajero o de larga duración, es conveniente ponerse en manos de un especialista. El artículo comenta los beneficios demostrados en estas enfermedades y/o estados de ánimo pero siempre ha de ser pautado y consultado por un especialista en psicología si este lo considera conveniente para el tratamiento de la enfermedad y siempre dependerá de cada sujeto.
Si hay una actividad que tienes que hacer prioritaria en la vida, esa debería ser la actividad física y una correcta alimentación. Estos son hábitos que mejoran tu vida y los pilares básicos de nuestra salud. Por lo tanto, os animo a poner un poquito de deporte en vuestras vidas. No os arrepentiréis. Más bien os preguntareis: ¿Por qué no lo he hecho antes?
Un abrazo y… ¡A darle caña, equipo!
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